top of page

"La cultura se come a la estrategia en el desayuno" Peter Drucker

  • Foto del escritor: hablemosestrategia
    hablemosestrategia
  • 23 sept 2024
  • 2 Min. de lectura

Según Peter Drucker, “La cultura se come a la estrategia en el desayuno”, una frase que nos lleva a reflexionar sobre el impacto significativo que la cultura organizacional puede tener en la implementación de cualquier estrategia empresarial. Esto plantea una pregunta crucial: ¿es la cultura dentro de una empresa tan poderosa como para superar cualquier estrategia que se intente llevar a cabo?


Para entender esta afirmación, primero debemos definir qué entendemos por "cultura". La cultura organizacional se compone de las creencias, ideales, costumbres y tradiciones que guían el comportamiento y la operativa diaria de los empleados. Estas pueden manifestarse en las mejores prácticas y políticas formalizadas, conocidas y seguidas por todos, o pueden surgir de la “costumbre” y la inercia en la manera de hacer las cosas, arraigándose profundamente en el día a día de la empresa.


Por otro lado, la "estrategia" implica una visión clara de lo que la empresa desea lograr y un plan detallado sobre cómo alcanzarlo, con objetivos y metas específicos para el corto, mediano y largo plazo. La estrategia se basa en la toma de decisiones orientadas a mejorar la eficiencia, la calidad y la competitividad, marcando el camino hacia el éxito empresarial.


Aunque tanto la cultura como la estrategia son componentes esenciales en cualquier organización, el rol de la alta dirección es crucial para asegurarse de que las tradiciones, creencias y prácticas establecidas no se conviertan en obstáculos que dificulten la consecución de la visión y los objetivos estratégicos. En un mundo en constante cambio, donde la adaptación es clave, la resistencia al cambio no debe ser una barrera que ponga en peligro el éxito de la estrategia definida.


Lo ideal es que la cultura y la estrategia no solo coexistan, sino que se integren de manera efectiva. La cultura organizacional debe adaptarse a la visión estratégica, de modo que ambas evolucionen juntas frente a los cambios internos y externos. Para ello, es fundamental que se fomente la motivación, se implementen mecanismos de medición adecuados y se mantenga un alto desempeño en toda la organización. El éxito de cualquier estrategia depende en gran medida de que todos los miembros de la empresa estén alineados y trabajen con un objetivo común en mente.


En conclusión, una estrategia solo será efectiva si está respaldada por una cultura organizacional que la sustente. La integración y alineación de ambos elementos no solo facilitan la ejecución de los planes estratégicos, sino que también preparan a la organización para enfrentar los desafíos del entorno con mayor resiliencia y adaptabilidad. En este sentido, los líderes deben actuar como catalizadores, moldeando la cultura para que respalde y refuerce la estrategia, asegurando así el éxito sostenible de la empresa.

 
 
 

Comments


bottom of page